Hace unas semanas visitamos las instalaciones de CIVITAS. Durante la visita percibimos la buena relación entre los usuarios y los monitores y sólo hizo falta fijarse en la sonrisa que tenían los usuarios para dar buena cuenta de que les gustaba estar en el centro.

Esperábamos ver un centro cerrado y nos sorprendió ver el entorno tan agradable al aire libre en el que se encontraba así como las instalaciones tecnológicas de las que disponían. Valoramos mucho el trabajo que está llevando a cabo Min al elaborar los distintos programas de intervención adaptándolos a las personas con discapacidad intelectual.

Observamos a unos trabajadores con vocación, muy felices con las tareas que realizaban, de hecho, a algunos de nosotros nos gustaría mucho poder trabajar algún día en CIVITAS.

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